
En el
Babelia de El País del 17 de diciembre del 2011: El
vicio de mirar. La fascinación de los libros de fotografía, Fontcuberta escribía “El hechizo del fotolibro”. Un artículo muy bueno en el que no se
olvida ni del contexto histórico del nacimiento del género ni de las nuevas
formas de producción y distribución. Me gustó leer que para él, el inicio de
este interés está en la exposición “Fotografía
pública. Photography in print 1919-193” que comisarió Horacio Fernández
para el MNCARS en el año 1999, y que nos dejó un catálogo maravilloso anterior
a la publicación del famoso “The Photobook: A History” de Phaidon Press
“Fotografía púbica…” es de verdad un gran libro que
recoge la riqueza de los fotolibros de aquellas dos décadas. Yo lo revisito con
frecuencia porque como objeto me parece precioso (la maquetación, el diseño, la
tipografía, las guardas, el papel…) y porque no puedo dejar de sorprenderme de
la actualidad de unos creadores que vivieron hace más de 50 años.
En el
Babelia Tanto Fontcuberta como Alberto Martín citan a Ralph Prins
definiendo el totolibro: "El fotolibro es
una forma de arte autónoma, comparable a una escultura, una obra de teatro o
una película. En él las fotografías pierden su propio carácter como mensajes
por ellos mismos y se convierten en los componentes, expresados en tinta de
imprenta, de una creación compleja llamada libro".
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